Luego de sus 100 primeros días de gobierno "efectivo", la Presidente Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner, y ante un excelente trabajo de las "bases" que lograron un lleno total de la histórica Plaza de Mayo; la brillante "estadista" y si por si alguien lo dudara, a las pruebas me remito, dirigió sus "mensajes" a todos sus "descamisados" y los "palos espirituales" para todos los allí presentes.
Confieso que me costo mucho trabajo llegar a los perímetros destinados a la Prensa; a las puertas de la Casa de Gobierno, pero me sirvió para recordar mi juventud de mis primeros 23 años, con el regreso del general Perón, allá por el 73.
Y confieso, que por momentos, ante la emoción de estar ante verdaderos "kirchneristas" y "peronistas" o los otroras "sans culotes" ó "cabecitas negras", tuve muchas ganas de gritar: "Viva Perón, Carajo!"
La distancia entre la Presidente Crisitina y este Redactor, vallados de por medio, eran escasos 100 metros.
Escuché atentamente sus primeras palabras ante su "pueblo convocado".
Su primer contacto "cara a cara" con el pueblo que la votó con el 47 % de votos positivos.
Sus palabras muy emocionadas, eran en principio de agradecimiento, luego se tornaron duras referidas al conflicto existente entre los "chacareros"? y ella?
Y no sé si llamarlo conflicto o "nuevas avivadas" de la gente de campo que ya no se alumbra con velas y usas las alpargatas acostumbradas.
Ahora el "campo" vive en sus pisos de Recoleta, Barrio Norte o Retiro, usa ropa de carpincho y también perfumes traídos de Francia.
Los "tractorazos" de esta gente tan especial, y trabajadora, que ocupan a los "peones golondrinas" y a las "domésticas peruanas" nunca fueron humildes como su "paga".
Llegaban a Plaza de Mayo en "protesta campesina", pero a bordo de sus flamantes 4 por 4.
El "doble discurso" es inaceptable, se ajustan el cinturón como lo hace el "pueblo" ante las crisis, pero ellos se ajustan los cinturones en los vuelos a Miami , o a la Unión Europea.
Entonces "gente de campo" hay que venir con la verdad y decir que su libro de cabecera es "Los Miserables" de Víctor Hugo", y que las limosnas que dan a los pobres son de 25 centavos.
Y un recuerdo "real", el pueblo tomó " vino en cartón" en esa Plaza de Mayo.
"Me juego los machos" que esta gente descorchó vino de sesenta pesos cada uno.
Y digo, de regreso a Recoleta, el barrio donde vivo, y donde me encanta comer mis sandwichs, sentado en una Plaza, vi las últimas "protestas" en Santa Fe y Callao. Eran sólo 10 personas, que olían a perfume caro.
En Plaza de Mayo, los "cabecitas" olían a "trabajadores"
HUIRSE BELLINA JORGE ALBERTO
REDACTOR RESPONSABLE
para AMERICAN MEDIOS